Por Alan Ele
En abril del 2012, el presidente
Ollanta Humala dio un mensaje a la nación flanqueado por su premier y sus
principales ministros. Humala informó que a su gobierno le había tocado
encontrar soluciones a las interrogantes suscitadas por el proyecto minero
Conga. El mandatario explicaba que por ello se había convocado a un peritaje
internacional para verificar que el equilibrio ambiental esté asegurado. El
presidente dijo que en relación al proyecto su gobierno ha dispuesto que se garantice
que la cantidad, disponibilidad y calidad de agua para dar seguridad a los
cajamarquinos de que dicho elemento se abastecerá adecuadamente. Dijo, además,
que la empresa debe cumplir con las exigencias ambientales que derivan del
informe pericial, como: que se amplíe la capacidad de abastecimiento de los
reservorios, por lo menos cuadruplicando la capacidad propuesta en el proyecto;
que se constituya en el más breve plazo un fondo social cuyos recursos sean
usados en acuerdo con las autoridades locales; que la empresa garantice más de
10 mil puestos de trabajo directos siendo el mayor porcentaje destinado a la
población local, y que se atienda la recomendación del peritaje sobre salvar
las lagunas Azul y Chica, evaluando las alternativas hidrológicas y ambientales
para evitar que se conviertan en depósitos de desmonte del Tajo Perol. Humala
concluyó diciendo que los ministerios de Energía y Minas, de Ambiente y de
Agricultura serán quienes garanticen que todos los requisitos se cumplan.
Pero todo indica que la empresa
minera no pretendía cumplir la mayoría de estas exigencias.
Para el líder ambientalista Marco
Arana, el proyecto Conga no está paralizado desde noviembre del 2011 como dice
la empresa minera. Para Arana, Conga está yendo sin ninguna duda pero a un
ritmo lento debido a la caída del precio internacional del oro y a la férrea
oposición de los comuneros de las zonas aledañas.
Para el gobernador nacionalista
de Cajamarca, Ever Hernández, las exigencias son atendibles por la empresa,
pero se activarán cuando se reactive el proyecto, y asegura que el Estado estará
vigilante cuando eso ocurra.
Muchos cajamarquinos se preguntan
por qué Conga, que asegura tener el apoyo de 32 comunidades del área de
influencia, además del servicio permanente de la Dinoes, ¿no está yendo a su ritmo
previsto? Quizá la respuesta esté, además del precio del oro, en las elecciones
regionales del 5 de octubre, que serán como un referéndum sobre su viabilidad o
no a mediano plazo.
Vayamos por partes:
a). Todo lo
concerniente a los reservorios está
dentro del mismo EIA del proyecto, o sea son una parte fundamental de este, ya
que su principal función será servir para las actividades mineras, y solo
después de ello para el riego y el uso humano. Si los reservorios se están
construyendo, entonces Conga está yendo, esa es la ecuación. Los reservorios no
son un “regalo extra” para los cajamarquinos, Yanacocha lo sabe, también Humala
y sus ministros, pero prefieren asumir que, al menos, algo se ganó en la
negociación y no meterse más en el asunto.
Ya se construyó el primer reservorio, el Chailhuagón, siendo uno
de los cuatro que se tienen previstos (Perol (800 mil m3), Superior (7.6
millones de m3), Inferior (1 millón de m3) y Chailhuagón (1.43 millones de m3).
El EIA plantea que la capacidad total de las lagunas es de 2,6 millones de
metros cúbicos de agua, y que el proyecto logrará elevar esa cantidad a 10.83 millones de m3 a través de los
reservorios. Por supuesto, todo está en el extenso EIA; incluso el que la
función básica del reservorio Superior, el de mayor capacidad, será de abastecimiento
para las actividades mineras.
Roque Benavides, representante de Buenaventura, socia de Yanacocha,
dijo: “Así es como,
con la sugerencia de estos peritos, hemos pasado de un millón 300 mil metros cúbicos de agua que hay hoy en estas
cuatro lagunitas... a ¡14 millones de
metros cúbicos de agua! Originalmente, lo que contemplaba el estudio de impacto
ambiental era una mejora a 3 millones y medio de metros cúbicos (que ya era
casi triplicar lo que había)”. ¿?
Algo es seguro, algunos funcionarios de la minera más
poderosa del Perú no han leído o no saben interpretar su propio EIA.
Pero Humala dijo textualmente: “cuadruplicar la capacidad de almacenamiento
propuesta en el proyecto”, y la capacidad propuesta en el proyecto es de 10.83 millones de m3; lo que, en
términos de la exigencia, harían más de
40 millones de m3 de agua y no 14 millones.
b). “…que se constituya en el
más breve plazo un fondo social”. En junio del 2012, el gerente del
proyecto Conga, Luis Argüelles, anunció que Yanacocha, atendiendo al pedido de
Humala, destinaría un fondo social de 130 millones de soles para los próximos
diez años, dirigido principalmente a las comunidades dentro del proyecto. El
fondo ha quedado en suspenso al igual que, por ahora, la explotación del codiciado
mineral. Se sabe que Yanacocha sigue “concientizando” y trabajando con las
comunidades de la zona de influencia.
c). “…que la empresa garantice más de 10 mil puestos de trabajo
directos”. Si por algo
se ha caracterizado la minería en Cajamarca es por tercerizar sus servicios. Lo
que destina una mina por cada empleado es absorbido por las services, que
recontratan personal por un sueldo mucho menor al justo. ¿Pero qué dice el EIA
de Conga?: “La fase de construcción del
Proyecto Conga está programada para un periodo de 42 meses y empleará a
aproximadamente 900 personas en los primero meses, llegando a alcanzar los 6
000 trabajadores en su momento más intenso, tanto para la ejecución de labores
especializadas como no especializadas. Una vez que se inicien las operaciones
de la mina, se estima que la mano de obra necesaria será de alrededor de 1 660 personas, incluyendo
1174 empleados, y 486 contratistas durante los primeros 11 años de
operación”. Sobre esto, Roque Benavides dijo en una entrevista en junio del
2012: “No hay cosa más ineficiente que poner más gente a trabajar en un
proyecto que necesita menos (…) Nosotros no podemos meter más gente
menos calificada. Tenemos que meter la mejor gente y en el número adecuado”.
d). “…atender la
recomendación del peritaje sobre salvar las lagunas Azul y Chica”. Y quizá este sea el punto más importante. Sobre
esto Yanacocha ya fue clara: ¡No se salvarán estas lagunas! Roque Benavides adelantó: “No
estoy diciendo que de todas maneras no se van a impactar las dos lagunas”. Y
Javier Velarde, gerente de asuntos corporativos de Newmont para Sudamérica, fue
más directo y aseguró, en octubre del 2013, que salvar las lagunas es
“técnicamente imposible”.
Técnica y
económicamente es imposible reajustar el proyecto. Pero, ¿acaso no eran unas
lagunitas? ¿No eran unos charquitos sin impacto?
Entrevista a Roque Benavides http://www.larepublica.pe/24-06-2012/roque-benavides-no-estoy-diciendo-que-de-todas-maneras-no-se-van-impactar-las-dos-lagunas
Para ahondar en el tema de “las lagunitas”, recordemos de qué trataba y qué revelaba el informe del ministro Giesecke de 11 páginas presentado a finales del 2011 al entonces premier Salomón Lerner con las observaciones al Estudio de Impacto Ambiental de Conga.
El informe revelaba que las lagunas
Azul y Chica, “serán vaciadas y
utilizadas como depósitos de desmontes”. El informe hablaba de la
vulnerabilidad de la zona por ser cabecera de cuenca y afirmaba que “no se han realizado estudios que de manera
fehaciente demuestren que los depósitos de relaves no producirán filtraciones”. Entre
las recomendaciones del informe estaba la de evaluar la reubicación de los
desechos en lugares distintos a las lagunas.
Obviamente,
el informe del entonces ministro del Ambiente, que ya planteaba salvar dos lagunas, dejó malparado el EIA del
proyecto minero Conga, -y eso con el poco tiempo que contó para emitir sus
resultados-. El informe generó tremenda polémica al interior del Ejecutivo que
terminó con la no renovación en sus cargos de las autoridades responsables del
revelador informe.
Ante la conflictividad social, el
Ejecutivo, ya con nuevo ministro de Ambiente, Pulgar Vidal, contrató en el 2012
a peritos internacionales para que emitiesen una opinión sobre el componente
hídrico del proyecto Conga. Claro, su contrato especificaba que no podían
declarar inviable nada y que solo podían dar recomendaciones para sacar
adelante el cuestionado proyecto.
Los peritos españoles Rafael
Fernández Rubio y Luis López García, y el portugués José Martins Carvalho
recomendaron preservar las dos lagunas y algunos bofedales, confirmando lo
dicho por Giesecke, además de incrementar la capacidad de los reservorios. Pero
no fue solo eso, también recomendaron: “estudiar la posibilidad de encapsular los rechazos de
la planta de tratamiento de aguas ácidas en un depósito de seguridad. Analizar
la conveniencia de emplear las técnicas de tratamiento y refino de aguas ácidas
mediante métodos pasivos (humedales con plantación de totora). Conservar
adecuadamente los materiales húmicos procedentes del desmonte del bofedal
Perol,…etc”
Por
lo que es totalmente válido preguntarse, si es que alguna vez se reactiva
Conga: ¿Yanacocha podrá cumplir cabalmente con las exigencias de Humala? ¿Podrá
el proyecto asegurar 40 millones de m3 de agua, un fondo social millonario, 10
mil puestos de trabajo directos con exclusividad para cajamarquinos y salvar
las lagunas Azul y Chica?
***
Puntos de vista. Roque Benavides aseguraba que no
existen las cabeceras de cuenca, y que el peritaje de Conga terminó por
desbaratar esa noción. Parece que no leyó el art. 75 de la Ley de Recursos
hídricos del Perú: