Tarantino el alumno más aplicado del salón

En el Festival de Cannes, Scorsese ha dado unas clasecitas de cine, en un auditorio repleto de ansiosos fans, periodistas, y aprendices de director. Un murmullo recorrió la sala. La gente señalaba a uno de los alumnos. ¿Era Bart Simpson? ¡No! Era el chico bueno de Tarantino.

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Tarantino recibe una lección de cine de Scorsese

Martin Scorsese ha impartido una lección de cine en el Festival de Cannes en un auditorio abarrotado. Entre sus alumnos se encontraban algunos tan distinguidos como sus colegas Quentin Tarantino y el francés Claude Lanzmann.

El maestro neoyorquino ha sido recibido con una ovación atronadora por el público que llenaba la sala. Scorsese ha explicado durante una hora y media sus experiencias cinematográficas desde sus comienzos hasta Infiltrados, con la que consiguió su primer Oscar como director el pasado febrero.
"No tuve elección", ha señalado Scorsese, nacido en el barrio italiano de Nueva York, sobre su pasión por el cine, que ha explicado como un afán juvenil para agradar a sus padres. "Primero me sentí atraído por algunas películas en concreto, casi siempre por los actores". Después vino una "obsesión por coleccionar, primero esas películas, luego cualquier película, y luego los carteles".

También ha evocado sus estudios de cine en Nueva York, pero con un mensaje muy claro: "Sólo se puede aprender a hacer cine haciéndolo, dirigiendo esencialmente, pero también haciendo otros oficios", como montaje, que aprendió en sus comienzos. Finalmente, tras sus primeras obras, logró que sus padres pensaran que dedicarse al cine "no era una idea tan loca, porque había gente a la que le habían gustado" sus películas.
Scorsese ha evocado sus inicios haciendo filmes de serie Ben la productora de Roger Corman, donde aprendió algo, según él, esencial: "Disciplina, ir allí y hacer mi trabajo, aunque no tuviera ganas, sobre todo por las mañanas".

Malas Calles

Sentado sobre el escenario de la sala Debussy, una de las mayores del Palacio de Festivales de Cannes, la charla de Scorsese con el periodista francés Michel Simon se ha interrumpido en algunos momentos para proyectar breves fragmentos de sus obras, como Malas calles y Toro salvaje. Sobre el protagonista de ambas cintas y uno de sus actores fetiche, Robert de Niro, ha recordado que los presentó el cineasta Brian de Palma durante una cena navideña. "Ambos éramos de origen italiano y desde el principio nos sentimos muy a gusto", ha apuntado.

El director ha explicado que adquirió conciencia de la importancia de los movimientos de cámara "gracias al cine musical", y que la violencia que caracteriza muchas de sus películas viene de que creció "en una zona muy dura de Nueva York".

Scorsese es uno de los invitados de honor este año en el aniversario de Cannes, donde esta semana ha presentado su proyecto de Fundación del Cine Mundial para salvaguardar el patrimonio fílmico amenazado por falta de fondos para conservarlo.