Percepciones y estados de emergencia


Cajamarca fue la Franja de Gaza durante los diez días que duró el paro contra el proyecto minero Conga, o al menos así lo describió la prensa capitalina. El escenario que pintaban las redacciones limeñas era generalmente de terror. Pero ¿fue así?

Todo indica que no. La situación en Cajamarca fue difícil, es cierto. Los piquetes y los bloqueos acordados por la logística de los frentes de defensa, conjuntamente con las rondas urbanas, generaron un estado de paralización de las actividades y de las comunicaciones en la región. Hubo gente que no estuvo de acuerdo con ello, básicamente empresarios y las familias de los trabajadores mineros. Pero aún así el escenario no presentaba la magnitud que exigiese un inmediato estado de emergencia. La mayoría de cajamarquinos, incluso los fastidiados con estas circunstancias, estaban a favor de las medidas de protesta al no encontrar otra forma de ser escuchados o de hacer sentir su presencia civil. Nuevamente la danza de los excluidos.

Hubo excesos que no se pueden justificar. En algunos momentos la protesta se les fue de las manos a los organizadores, los que debieron tomar medidas para impedir que las cosas se tornasen realmente peligrosas. Un mea culpa de los dirigentes sería bien recibido por los sectores no estuvieron de acuerdo con esta medida. No se puede justificar los excesos con la eterna excusa de “los infiltrados”. Con todo eso, el ambiente social no era de la dimensión que la gran prensa reportaba para todo el país.

La respuesta del Ejecutivo fue declarar en estado de emergencia a algunas provincias, movilizar miles de efectivos policiales y finalmente realizar el cambio ¿ideológico? del gabinete Lerner.

Cosa curiosa, Cajamarca no veía bien al premier Lerner, mucho menos al ministro Valdés, a quien consideraba un obstáculo para el diálogo. Cómo habrán cambiado las cosas para que muchos cajamarquinos sientan nostalgia por Lerner, quien evidentemente no estuvo de acuerdo con las medidas más desatinadas del gobierno en este conflicto, como detenciones a dirigentes sin orden judicial, denuncias penales a autoridades locales o el bloqueo de las cuentas al gobierno regional, etc.

A menudo se preguntan los analistas cómo Santos y Saavedra (que en realidad se repelen, ellos y sus movimientos) pudieron tener tanta capacidad de convocatoria. La respuesta es muy fácil, no la tuvieron. Lo que tuvo una gran capacidad de convocatoria fue la defensa del agua y la indignación (o revancha) con respecto a la minería. La gente no salía a las calles por Santos o Saavedra, la gente salía porque después de muchos años (siete desde la defensa del Quilish) encontraba una causa común con la que sentirse identificada. Las manifestaciones en el centro de la ciudad fueron generalmente masivas y pacíficas.

Es cierto que sin la organización y el apoyo del gobierno regional las protestas no hubiesen tenido la contundencia que mostraron. Lo que nos hace preguntarnos sobre el papel político y social de estas entidades. La crítica ha sido general. Se le exige a las alcaldías y gobiernos regionales no tomar parte en las protestas sociales. Lo cual resulta muy complicado, tomando en cuenta que autoridades como Gregorio Santos fueron elegidas precisamente por su discurso confrontacional y antiminero. Probablemente la no participación de estas autoridades hubiese sido tomada como una traición por las diversas bases sociales que apoyaron su postulación electoral. ¿Las autoridades deben ser apolíticas? Difícil.

Es evidente que ni Santos ni Saavedra se imaginaron la dimensión que tomaría todo esto.

Ahora que se ha levantado el estado de emergencia, todos esperan que ellos y la sociedad cajamarquina (quienes pidieron la revisión internacional de Conga desde un inicio) estén a la altura del diálogo y de las negociaciones que sean necesarias para ver una solución democrática a este conflicto. ¿Peritaje internacional del EIA? Al parecer es un buen punto de coincidencia.

Crónica fotográfica, paro en Cajamarca - día 07

Plaza de Armas de Cajamarca llena en el séptimo día de paro "macro-regional". Imposible calcular la cantidad de manifestantes. Algunos corresponsales hablan de más de 20 mil personas. Representates de diferentes provincias marcharon por las  calles del centro histórico.


Crónica fotográfica, paro y movilización en Cajamarca, Día 5

Lunes, 28 de noviembre, 2011

Más de 10 mil personas se movilizaron por las calles del centro de la ciudad de Cajamarca. Es el día en que el paro se ha sentido con mayor contundencia desde que se inició esta medida de fuerza. La representatividad social fue total, desde la Universidad Nacional de Cajamarca hasta la Asociación de transportistas, desde la Municipal provincial hasta los mercados, desde la Región hasta docentes, comerciantes y artistas aficionados.

Las protestas ya no iban solo contra Conga, ahora también contra el presidente Humala.





¿Por qué no declarar a la Laguna El Perol como patrimonio ecológico de la humanidad?

A estas alturas, la laguna El Perol, ubicada dentro de la concesión minera del Proyecto minero Conga, de Yanacocha, se está convirtiendo en un icono de la resistencia social y ecológica en el Perú y el mundo, en buena cuenta por la solidaridad y la velocidad con que la información llega a todas partes.

¿Cuándo un cerro se convierte en un Apu, y cuándo una laguna se convierte en una Cocha? Cuando los habitantes que han convivido con esa naturaleza lo deciden. ¿Alguien se atrevería a secar o “trasvasar” el lago Titicaca o el río Amazonas? Claro que no. Quizá tengan serios problemas de contaminación y deforestación por actividades humanas, pero igual siguen siendo entidades intangibles, por su importancia para las sociedades que las rodean.

Declarar a la laguna El Perol como patrimonio ecológico de la humanidad sería una buena forma de protegerla. No sólo por ser parte de un ciclo hidrológico de comprobada importancia, sino por formar parte del sentido vital y real maravilloso del hombre andino, por ser la mamá cocha, una entidad viva. Algo de lo que el ex presidente García se reiría a carcajadas, obviamente.

Convertir lagunas en profundos tajos abiertos, o utilizarlas como depósitos de toneladas de desmonte  sería un duro golpe a la identidad de cualquier grupo humano.

Dato curioso sobre el EIA de Conga, Cajamarca...

La empresa que hizo el EIA a Yanacocha para el Proyecto Conga se llama Knight Piésold Consulting: http://intranet2.minem.gob.pe/web/archivos/dgaam/inicio/resumen/RE_1963392.PDF


La curioso es que Minera Yanacocha es cliente de Knight Piésold Consulting desde 1994:http://www.knightpiesold.com/en/index.cfm/projects/mining/yanacocha-project/



La pregunta es válida, ¿por qué Knight Piésold Consulting (siendo cartera y cliente con Yanacocha) no encontró los vacíos que sí encontró el Ministro del Ambiente, Ricardo Gieseck, y que le hubiese significado una mejor relación en el factor de aprobación social? -> http://idl-reporteros.pe/2011/11/25/de-lagunas-a-desmontes/

¿No hubiese sido mejor que el EIA lo hiciera una entidad un poco más independiente? ¿Alguien tiene alguna teoría?

¿El regreso de la política del Perro del Hortelano?


¿Quién ganó finalmente, el Ollanta Humala de polo rojo o el de polo blanco? Ninguno. Ganó el de cuello y corbata. Una corbata que ya le está apretando a la hora de recordar sus promesas electorales.

El candidato Humala recorrió Áncash, Andahuaylas, Cajamarca y Tacna con un discurso confrontador contra la gran minería y en defensa del agua y el medio ambiente por sobre todo. Por supuesto que llegada la hora, esas promesas solo fueron eso, promesas y no hechos. ¿Tienen los ciudadanos el derecho de reclamarle al presidente que cumpla sus promesas? Sí. Como cuestión básica y por salud democrática.

Ahora, en sus más recientes declaraciones, Humala parece haber querido zafar cuerpo en relación a los conflictos socioambientales del interior del país, echándole la culpa a los gobiernos pasados, poniendo en el ring a las ‘fuerzas del orden’ versus el pueblo. Es cierto que todo se generó, oleó y sacramentó en las gestiones anteriores, pero acaso ¿no se eligió a Humala para cambiar eso? ¿Hubiese sido más sensato un Humala diciendo que no podría cambiar nada?

La gran transformación sí está ocurriendo, y es la de mismo presidente.

Las mutaciones en política son reales y generalmente progresivas. Cinco años, tres años, un año, pero ¿en cien días? Quizá un record. ¿Y cuál es el motivo? Las presiones. Pero, no necesariamente las de los grupos extremistas, como ahora le gusta llamar a los pobladores, sino las de los grupos económicos de poder. Claro  que eso no se llama presión, a lo mucho ‘negociación’: “si tal proyecto minero no va, olvídate de tu gravamen de 3 mil millones” (que realmente serían mil millones).

Se dice a menudo que tras las protestas ciudadanas hay oscuros y perversos intereses personales, políticos y económicos (puede ser). Lo genial es que las mineras, que esperan espectaculares ganancias de miles de millones de dólares a como dé lugar, nunca tienen intereses o poseen ingerencias económicas o políticas. A las mineras solo las mueve la filantropía, ¿no es así, Premier Lerner?

Humala parece haber olvidado que los grupos mineros hicieron la famosa “chanchita” para financiar el programa televisivo del periodista Jaime Bayly -desde Miami- para destazarlo públicamente cada domingo. O parece haber olvidado su feroz crítica a la ONG minera Reflexión Democrática que asesoraba políticamente a postulantes al Congreso. ¿Superar los rencores en nombre de la gobernabilidad? Genial.

Humala, ahora tiene dos nuevos amigos y al parecer, nuevos socios, Dionisio Romero y Roque Benavides, quienes lo aplauden congraciados por su nuevo ‘gran cambio’. ¿Algo de malo? No. El problema está en su repentina lejanía de quienes antes lo apoyaron, como presidentes regionales, alcaldes, frentes de defensa, rondas campesinas y urbanas, población, etc. Quienes le recuerdan el pasado y el presente con creativas slogan como: “¡Ollanta, amigo, vuelve al camino!”.

Y entonces, ¿quiénes deben encargarse de esa gente que reclama y que sale en el octavo bloque de los noticieros? Bueno, para eso están los ministros, para viajar a las zonas del  conflicto y encarar la realidad desnuda. El problema es que uno regresa a Lima en el avión privado de la minera; el otro, según Diario 16, tendría un conflicto de intereses ya que una de sus empresas asesora a la minera; y el otro ministro, en solitario, dice que el EIA (Estudia de Impacto Ambiental) del proyecto minero “no habría sido suficientemente exhaustivo en lo referido a la valoración de los bienes y servicios ambientales que presentan las lagunas”. ¿Entonces?

Durante la semana pasada, el presidente fue autor de una de las teorías más extrañas que haya planteado mandatario alguno: “no queremos reservorios, queremos lagunas modernas como en otros países”. ¿Qué significa una laguna moderna? Probablemente una con conexión a Internet, con agua mineral y peces robóticos. De otro modo no se entiende.

Humala se presentó con la izquierda, ganó la presidencia como convertido de centro, y ha empezado a gobernar con la derecha. Entonces, ¿encontrará un equilibrio entre todas las fuerzas que lo quieren asir como a un Túpac Amaru moderno? ¿Lo único que lo separará de Toledo será el apellido y de García el abdomen?

Como diría un campesino durante una de las protestas en Cajamarca: “Ollanta, por qué nos has abandonado”.

Crónica fotográfica, Cementerio de Trujillo 01 de noviembre

El verano asoma, el aire caliente y el polvo se asienta. En el cementerio general de Miraflores de la ciudad deTrujillo-Perú, la gente llega como cada primero de noviembre para recordar a sus muertos, buscar algo de paz o pasear simplemente.