RESPECTO A LA EVALUACIÓN DE LOS PROFESORES

Alan L.

Escuché en una radio como unos padres de familia recriminaban ofuscados la actitud de los profesores que no querían ser evaluados. Lo más probable es que tengan toda la razón; pero, ¿no deberían también ser los padres evaluados, o incluso algunos periodistas? Un niño que llega a su casa le pregunta a su padre: me han dejado un trabajo sobre García Lorca, ¿sabes quién es? El padre le responde: yo de política peruana sé muy poco, y si es “julbolista” deber ser de otra liga que no sea de la española, así que pregúntale a tu madre. La madre le responde: hijo, ¿en que telenovela dices que sale ese tal Lorca? Debe ser en una brasileña, porque no le he visto en ninguna venezolana, ni en mexicanas. El niño recurre entonces a un vecino que está de paso y que es periodista. Este le responde: Bueno, la verdad es que yo soy periodista, no escritor, pero sé que es un compositor argentino o algo así, la verdad, déjame consultar con archivo, y luego con mi jefe a ver que dice. Te respondo en media hora, lo que se traduce en nunca. Solución: el padre le dará un sol a su hijo para que éste vaya a buscar su trabajo al Internet, durante diez minutos, y se pase los otros cincuenta minutos restantes jugando violentos juegos en red; y bueno su tarea terminada consistirá en seleccionar, copiar e imprimir un trabajo que jamás leerá, al igual que sus profesores, al igual que sus padres. ¿No deberían los padres ser evaluados, al igual que algunos periodistas que dictan la mayoría de portadas de los quioscos que son como las bibliotecas al paso de la mayoría de peruanos?