Textos y pre-textos 05

Vamos a salir, ¿no?

No te pongas esa casaca que ya estás muerto. Incendiaba la nota en el refri. Salió Josiane como una fiera-flecha ala de cuervo al cemento. Tengo un dinerito para una familia en la otra esquina, pero esta era para nosotros. Treinta años después La Flor Amarilla. Y hoy, martillan los clavos de ese Cristo socialista, una foto, un negativo, un cubano en el Twitter. Todos con miedo por el asesino, por ese taxista escatológico amante del crimen a punta de casualidad: contactos del cel -al azar-. Se cayó otro avión, pero esos ojos no cambian de color. Saltaron las caras al titular y nada cambió en el diarito regional. Qué importa lo de Piscis. Qué importa lo de Escorpio. Y esa crisis media yanqui media peruvian. Dale, que aquí la lucha siempre fue crítica. ¿Crisis? De gringos, pasa la hoja. La bolsa de valores de sus bolsillos cuando se fue de casa tras esa chiclayana europea y se quedó en la calle, sin pensión y sin entrañas para regresar. Te esperaba tu novia, la de la universidad, la que trabajó antes que tú, la que le contó a tu mamá eso de tejer zapatitos en sueños. Cuando te creció la barba en el corazón te afeitaste con tantos cortes que ese órgano era una momia de curitas. Corazón embalsamado. Y te sigue perdiendo el cigarro Inca. No seas malo. Tu pulmón es un puño para golpearte. Oh, nena. Qué es eso de contarle al chico (triste) que no volverás más, que conseguiste un trabajo como “asistenta” en el Congreso. Pobre nuestro Norman Mailer de distrito, ahora filma escenas comprometedoras para chantajear a empresarios. ¿Detective?