“Don Guillermo Salazar”, La VOZ del Carnaval de Cajamarca

(Artículo aparecido en Enero del 2009, en la revista cajamarquina Nuestra Gente)

Por Alan Luna

Don Guillermo Salazar ha formado parte del Carnaval desde que tiene uso de razón, desde los 5 o 6 años de edad en esa tierra verde que es La Encañada. De allí también son sus padres, Don Crisóstomo Salazar Vásquez y Doña María Ninfa Pajares. De niño jugaba al rayuelo, al sello paloma y brujo o a los más tradicionales carritos. Esa tierra lo vio crecer. Pero en Celendín vio las primeras luces. Sí, Don Guillermo es shilico, al menos de nacimiento

Tiene muy nítido el recuerdo de cómo era el Carnaval de ese entonces. A la gente que visitaba las casas en son de hilaridad y picardía se le invitaba el típico vaso de chicha acompañado de un plato de papa con huacatay o un lomito saltado. Era el momento en que se limaban asperezas, se hacían nuevas amistades y nacían romances. Todo era propicio para el famoso contrapunto, en donde un grupo de hombres y mujeres se dedicaban recíprocamente coplas creativas.

Concluida su educación primaria, un púber Don Guillermo se traslada al Colegio San Ramón de Cajamarca. Colegio en el que se utilizaba como norma camisa beige, zapatos marrones, cristina y galones de acuerdo al año de estudios. Don Guillermo se acostumbró rápido al cambio. Era otra Cajamarca aquella –claro- cuando uno podía bañarse en las “cristalinas” aguas del río Mashcón, y extraer de las cercanías las bases del maguey para confeccionar las caseras tumbas, esperando que alguien consiga un pellejo de carnero para templar. El wiro se hacía de una calabaza seca y se tocaba con peine, y las guitarras se afinaban en un temple especial para que cualquiera pudiese tocar.


Ingresó a la UTC, no al equipo, sino a la Universidad, en donde estudió Docencia en la especialidad de Lengua y Literatura, teniendo como maestros a los destacados Zoilo León, Desiderio Blanco, Eduardo González Viaña, Jorge Díaz Herrera, Alíndor Luna Tello, Manuel Ibáñez Rossaza, entre otros.

Como joven universitario ya era requerido por su talento interpretativo en la música romántica y criolla. Empezó a formar grupos con estudiantes de su ex - colegio y a tocar en verbenas. Su hermano lo acompañó en la guitarra desde entonces. Don Guillermo es zurdo y no aprendió a tocar. Pero eso sí, canta como los grandes y se acompaña de vez en cuando con el wiro. El padre, preocupado por el estudio de los hijos, no vio esto de buena manera. En el Barrio formaron “Los Rebeldes de San José”, allá por los años 70, y ganaron nada menos que el I Concurso de Coplas del Carnaval. Don Crisóstomo, al ver que sus hijos demostraban la inspiración y perseverancia necesarias, terminó apoyándolos. Incluso les compuso algunas canciones. Desde entonces la historia que se escribió con vinilos de 45 revoluciones, LPs, cassettes, CDs y DVD’s se escribió ascendente.

En la actualidad, la agenda de Don Guillermo, el Frank Sinatra del Carnaval, está copada. Este Carnaval como los anteriores será agitado y productivo. El concepto se ha ampliado: hay conjunto y orquesta. Don Guillermo es el Director musical y gerente de la empresa PANA SERVICE. Ha implementado su sello discográfico y su propia sala de grabaciones, ambas denominadas C.S.V, las siglas del nombre de su padre.

A Don Guillermo se le debe agradecer por muchas razones. Entre ellas, la iniciativa de haber apoyado con su dedicación y talento la declaración de Cajamarca como Capital del Carnaval Peruano. Don Guillermo y su conjunto son nuestro Patrimonio musical.

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1 comentarios:

Anónimo dijo...

Don Guillermo sin todo el conjunto que lo acompaño no es nada, los personajes que realmente hicieron grande a este conjunto lamentablemente ya no estan; ahora ésta agrupación musical no suena porque los verdaderos artífices estan haciendo la mejor jarana en el cielo.